Creo que este artículo es más relevante para aquellos que ya son papás y que están educando a sus hijos en el extranjero. Pero para quienes todavía no lo son, pues espero que les pueda servir para el futuro.
Ahora que ya casi ha terminado el año escolar en Japón y estamos acercándonos a empezar uno nuevo, quisiera escribir brevemente sobre tres ideas que considero más importantes de cómo los papás pueden participar en la formación escolar de los hijos.
Como parte de mis estudios en el área de educación en Japón, me encuentro con mucha frecuencia con papás que tienen dificultades en cuanto a este tema. Para las familias extranjeras que están criando a los hijos en una sociedad distinta a la suya, es difícil encontrar apoyo y orientación; y sobre todo, saber cómo ayudar con las tareas y los estudios. Es por eso que escribo aquí sobre “otras” maneras en que podemos favorecer su formación.
—Procurar ofrecerle a sus hijos actividades fuera del colegio (deporte, clases de música, baile, canto, idiomas, etc.) Este tipo de actividades no solamente ayudan en su desarrollo físico sino también en su desarrollo emocional e intelectual. La autoestima de un niño que crece en un ambiente en el que el se siente “diferente” a los demás es generalmente frágil y muy cambiante, por lo que ofrecerle oportunidades en las que él sienta que es bueno en algún deporte o arte lo ayudará a sentirse más seguro y enfrentarse mejor a los estudios.
En secundaria, motive a su hijo a que participe de las actividades que ofrece el colegio. Si no quiere participar, ofrézcale otro tipo de actividades que sí le gusten (como las que describo anteriormente). En la adolescencia, la socialización es parte muy importante del desarrollo de su personalidad, por lo que es necesario que su hijo encuentre actividades que lo motiven y que le gusten. Los niños extranjeros muchas veces pueden ser un poco inseguros. Esto será una dificultad cuando empiecen a buscar trabajo, al momento de las entrevistas o dentro del trabajo mismo, para desempeñarse bien laboralmente.
—Visitar el colegio con más frecuencia. Converse con el profesor acerca del rendimiento de su hijo. Si no habla el idioma, pídale a alguien que lo acompañe. Normalmente en las reuniones con el profesor es difícil preguntar todas nuestras dudas, así que si se quedó con alguna interrogante o quiere preguntar algo después, vuelva a ir al colegio. Los profesores normalmente tratan de ayudar más a los niños cuando ven que sus papás se preocupan. Si ven que el niño no tiene interés y los papás tampoco, el profesor tendrá poca motivación para ayudar a ese niño. ¡Esto es muy importante!!
—Los profesores en Japón generalmente tratan de resaltar los aspectos positivos de los niños cuando hablan con los papás. Pero algunos no nos dicen las cosas directamente cuando los niños no están yendo bien. Por eso, trate de preguntarle de distintos modos cómo va su hijo académicamente. Por ejemplo: ¿Cómo están sus notas en comparación con el resto de la clase?, ¿Las notas que tiene le van a permitir ir a un bachillerato (koko/high school) de buen nivel?, etc. No se quede corto en hacer todas las preguntas que desee. Sólo así podrá saber realmente cómo está yendo su hijo.
Estas ideas que presento, como ven, no se refieren a cómo ayudar a los hijos con las tareas o los estudios, sino que son formas indirectas que los papás extranjeros SÍ pueden poner en práctica sin restricciones. Muchas veces por las diferencias en el idioma, los papás se sienten muy limitados y creen que no pueden hacer mucho por sus hijos. Pero, los estudios demuestran que las ACTITUDES de los padres (la comunicación, la importancia que den a los estudios de los hijos) y la MOTIVACIÓN ejercen una influencia valiosa en el rendimiento de los hijos. ¡Espero que les puedan servir en algo estos breves consejos!!